Algunas de las preguntas más comunes recibidas por personal de NFPA están relacionadas con los agregados o modificaciones en los sistemas de protección contra incendios. En el mundo actual de edificios con espacios de reserva, cada vez más rotación de inquilinos, y modificaciones frecuentes a los edificios tanto grandes como pequeños, no resulta extraño que los sistemas que brindan seguridad humana y contra incendios deban ser evaluados y modificados de forma constante para mantenerse en cumplimiento. El servicio de preguntas técnicas (TQS) de NFPA ha recientemente recibido una consulta sobre el alcance que debería tener una prueba al agregar tres dispositivos de inicio a una unidad de control de alarma de incendio (FACU). En este caso, la FACU estaba conectada a múltiples FACU en red.

El lugar correcto para comenzar aquí es el Capítulo 14 de NFPA 72®Código Nacional de Alarmas de Incendio y Señalización, que incluye criterios para la prueba de aceptación inicial, inspección de rutina, prueba, y mantenimiento, así como una sección sobre pruebas de reaceptación para los sistemas de alarmas de incendio. La primera y más simple respuesta a la pregunta es que los tres nuevos dispositivos de inicio deben ser probados en cuanto a su funcionalidad. Esto está clara y concisamente indicado en el código, y sería difícil encontrar a alguien que pudiera discutirlo. Para un sistema convencional en el que no se realizan otras modificaciones, incluso en el software específico del lugar, esa podría ser la única prueba necesaria. El modo en el que se formuló la pregunta, no obstante, indicó que esta situación incluía un sistema de alarma de incendio direccionable y por ende exigía cambios en el software específicos del lugar. Cuando este es el caso, NFPA 72 requiere de una prueba más abarcativa. En primer lugar, se requerirá que todas las funciones que se sepa estarán afectadas por el cambio sean sometidas a una prueba completa. En dicho caso cualquier función activada por los tres nuevos dispositivos de inicio deberá ser probada y podría incluir aparatos de notificación, rellamado del ascensor, presurización, otras funciones del relé, y rotulado de la alarma visual, entre otras.

Además de las pruebas de la funcionalidad de estos tres dispositivos, así como de sus salidas asociadas, se debe probar también un 10 por ciento adicional de dispositivos de inicio, hasta un máximo de 50 dispositivos, que no esté afectado por el cambio a fin de verificar la correcta operación. Esto es debido a que, si bien los modernos sistemas de alarma de incendio accionados a software son fácilmente modificados para aceptar los nuevos dispositivos o para modificar la dirección o respuesta de dispositivos existentes, estos pasos son por lo general manejados por cambios en el software específico del lugar en la unidad de control de la alarma de incendio. Eso significa que lo que podría parecer un cambio menor podría tener consecuencias involuntarias en entradas o salidas que no se tenía como fin modificar.

Es aquí donde la pregunta presentada ante el TQS se volvió interesante. Según lo mencionado, los tres nuevos dispositivos de inicio se estaban agregando a una única FACU que estaba conectada a varias otras FACU. Quien presentó la pregunta deseaba saber si el 10 por ciento adicional de dispositivos de inicio (hasta 50 en total) que debía ser sometido a una prueba era para la FACU individual o para los dispositivos de inicio conectados a las FACU en red. El impacto de esta determinación era que el lugar donde se estaban agregando estos tres dispositivos de inicio era parte de una unidad de control que contaba con un total de 50 dispositivos de inicio, mientras que la cantidad total de dispositivos de inicio para el sistema en red era superior a 1,000. Eso marcaba la diferencia entre probar cinco dispositivos de inicio adicionales (10 por ciento de 50) frente a 50 dispositivos de inicio adicionales – una significativa diferencia en tiempo y esfuerzo. Para responder esto, necesitamos conocer las funciones del sistema específico con más detalles de los que contábamos. Si la activación de los dispositivos que reportan a la FACU en cuestión está limitada a la unidad de control, entonces el 10 por ciento podría estar limitado a una única unidad de control. Si la activación de los dispositivos que reportan a la FACU en cuestión transmite y genera funciones en otras FACU a través de la red u otros medios de comunicación, entonces estos deberían incluirse como parte del 10 por ciento, o hasta 50 dispositivos.

Cualquiera sea la situación apropiada, la muestra del 10 por ciento debería seleccionarse al azar e incluir al menos un dispositivo por circuito de dispositivo de inicio o circuito de línea de señalización (SLC). Si todos los dispositivos están instalados en un SLC, se deben probar múltiples dispositivos (una muestra del 10 por ciento) en diferentes secciones del circuito. Utilizar los algoritmos de comparación, o programas que comparan dos conjuntos de datos para determinar las diferencias entre ellos, puede asimismo ayudar a determinar dónde podrían haberse producido los cambios en el programa, pero no son una alternativa para la prueba. Con cambios constantes en los edificios y la facilidad con la que pueden modificarse los sistemas de alarma de incendio modernos, es común requerir esta prueba de reaceptación. Si bien la inspección, prueba y mantenimiento de rutina deben abordar cuestiones que surjan y deben aún realizarse de conformidad con el resto del Capítulo 14 de NFPA 72, la correcta operación debe ser confirmada al momento de realizarse los cambios, y eso es lo que deben lograr los breves pero importantes requisitos sobre pruebas de reaceptación.

Jonathan R. Hart, P.E. es líder técnico, ingeniería de protección contra incendios, en NFPA. Los miembros de NFPA y las autoridades competentes pueden utilizar la pestaña de Preguntas Técnicas para publicar sus inquietudes sobre NFPA 72 en nfpa.org/72. Para seguir el avance de la próxima edición del Código, visitenfpa.org/72next.