En el cuerpo de bomberos que sirve al campus de Davis de la Universidad de California, casi un cuarto de los bomberos está utilizando un equipo de protección personal (EPP) que no es de su talle.
Eso es porque esos bomberos son mujeres que están utilizando un EPP que fue diseñado para hombres: camperas con demasiado espacio en los hombros, guantes con dedos que son demasiado cortos, pantalones con espacio insuficiente en la cadera y tiros con largos insuficientes. "El tiro, diría, que es con frecuencia el mayor problema", les dijo una bombero mujer del campus Davis de la Universidad de California, Corrie Beall, a los periodistas de un programa de noticias de televisión en agosto. "Especialmente si uno tiene que agacharse, para tirarse al piso o algo así, porque no te permite tener flexibilidad o destreza".
Beall es una de las casi 94,000 bomberos mujeres en Estados Unidos – alrededor del 8 por ciento del cuerpo de bomberos del país. Muchas de estas mujeres deben arreglarse con uniformes, botas, guantes, y otros equipos diseñados para cuerpos de hombres. No es solo cuestión de comodidad; un equipo del talle incorrecto pone a las mujeres en el cuerpo de bomberos bajo un mayor riesgo de lesión que los hombres. Puede "estorbar mi movimiento, mi flexibilidad, mi habilidad para evadir peligros", le dijo Jennifer Taylor, directora del Centro de Tendencias de Seguridad e Investigación de Lesiones de Bomberos en la Universidad de Drexel, a The Verge en febrero.
Abordar el problema no es tan simple como achicar los equipos de los hombres – consideremos el tamaño de los guantes, por ejemplo. "Las manos de las mujeres no son versiones más pequeñas de las manos de los hombres; las mujeres tienen dedos más largos y palmas más finas", observaron los autores de un informe del 2019 publicado por la Administración de Incendios de Estados Unidos. "Cuando las mujeres se ven forzadas a usar guantes demasiado grandes y que no calzan bien, esto representa una clara preocupación de seguridad y se vuelve imposible que ellas puedan sostener los elementos de forma segura".
Un nuevo estudio por la Universidad del Estado de Florida (FSU), en asociación con la Fundación de Investigación de Protección contra Incendios, apunta a avanzar hacia una solución del problema. El objetivo es brindar una mirada abarcativa sobre el problema de modo que los investigadores y diseñadores puedan crear equipos más funcionales, con un mejor calce para las mujeres en el cuerpo de bomberos.
El estudio, que debe concluirse para fines del 2021, es liderado por Meredith McQuerry, una profesora adjunta en la FSU con experiencia en fisiología del confort de la vestimenta. NFPA Journal ha recientemente conversado con McQuerry sobre el nuevo proyecto de investigación, sobre la razón por la que llevó tanto tiempo que las mujeres en el cuerpo de bomberos pudieran obtener su propio EPP, entre otros temas.
¿Qué significa exactamente "fisiología del confort de la vestimenta"?
En mi trabajo, estudio el modo en que la vestimenta y equipos de protección personal afectan el desempeño humano. Esa sería básicamente la raíz de lo que hago. Cuento con más de una década de experiencia ya en el trabajo específico con EPP para el combate de incendios estructurales y EPP para el combate de incendios de tierras vírgenes, así como otro tipo de vestimenta funcional como uniformes, camisetas, y vestimenta para trabajo industrial. Durante mi tiempo en la FSU, me he concentrado en el estudio de diferentes maneras en las que podemos cambiar el diseño de los atuendos de modo que sean menos incómodos para el cuerpo, que permitan una mejor movilidad, y que no permitan que el usuario acumule calor tan rápido.
¿Qué investigaciones pasadas existen sobre el EPP para bomberos mujeres?
Antes de dejar mi alma máter, la Universidad del Estado de Carolina del Norte, mi colega y co-investigadora principal en este proyecto, la Dra. Cassandra Known, y yo conversamos sobre cómo nadie piensa en las mujeres del cuerpo de bomberos, nadie las considera en el tipo de investigación que hacemos. Comenzamos a indagar y encontramos algunos estudios de grupos de enfoque en los que se conversó con 20 ó 30 bomberos mujeres que decían que sus trajes no tenían el talle correcto - son ajustados a la altura del busto, deberían modificarlos para que sean cómodos a la altura de la cadera, pero luego son demasiado grandes en la cintura. Nos dimos cuenta de que se requería de forma urgente una investigación en esta área. La antropometría nos puede informar sobre las medidas de las mujeres en la población general, pero no nos informa sobre las mujeres en el cuerpo de bomberos específicamente.
Hace aproximadamente un año y medio, publicamos un artículo sobre los desafíos en el lugar de trabajo para las mujeres en el cuerpo de bomberos en relación a la vestimenta y equipos de protección personal. Eso se convirtió en realidad en la referencia para nuestra propuesta de subsidios para el nuevo proyecto.
¿Sabemos aproximadamente cuántas bomberos mujeres experimentan problemas con trajes que no son del talle correcto?
En parte de la investigación que se realizó, alrededor del 80 por ciento de las mujeres en el cuerpo de bomberos reportó experimentar problemas con equipos de protección personal que no eran del talle adecuado. Esto es cuatro veces mayor a la tasa a la que los bomberos hombres reportan por sí mismos problemas con el talle. De modo que las mujeres están experimentando estos problemas a una tasa mucho más elevada que sus colegas hombres. No estamos diciendo que los bomberos hombres no experimenten problemas con los talles, pero sí que la tasa es mucho mayor en mujeres y en áreas diferentes.
¿Es peligroso que las bomberos mujeres utilicen trajes que no son del talle correcto?
Definitivamente. Las mujeres del cuerpo de bomberos presentan un riesgo 33 por ciento mayor de lesión a comparación de sus colegas hombres, y los EPP de talle incorrecto claramente influyen en este mayor riesgo de lesión e incluso riesgo de muerte. No pueden moverse con la facilidad o rapidez que necesitan hacerlo. Eso las coloca bajo un mayor riesgo.
¿Existen actualmente opciones de EPP comercializadas para mujeres?
Desde la década del 90, diría, han existido trajes comercializados para la mujer, pero han sido en su mayoría simplemente reducciones de talles de modelos masculinos. Pueden ser el mismo diseño, que no tiene en consideración las proporciones femeninas y las diferencias en las formas del cuerpo. Recientemente publiqué un estudio en el que evaluamos el cuerpo de seis bomberos mujeres y diez bomberos hombres de nuestro cuerpo de bomberos local. Pudimos ver obvias diferencias antropométricas, proporcionales, especialmente en la razón cintura a cadera.
¿Cómo se está realizando el estudio actual?
Actualmente estamos recopilando datos a través de cuestionarios – estamos intentando escuchar a la mayor cantidad posible de bomberos mujeres de incendios estructurales y de tierras vírgenes en todo Estados Unidos. Contamos con más de 1,800 respuestas, de modo que hemos podido tender una amplia red. Estamos recopilando datos sobre la dimensión real de sus trajes, y de sus percepciones sobre la comodidad, movilidad y calce. También les estamos preguntando qué modificaciones, si alguna, les hacen actualmente a sus trajes y cómo influyen dichas modificaciones. Luego, organizaremos grupos de enfoque regionales y evaluaciones corporales tridimensionales en distintos puntos de todo el país.
¿Por qué cree que todavía no se ha abordado este problema?
Cuando se es una mujer ingresando en una profesión dominada por los hombres, puedo imaginar que lo último que se desea hacer en quejarse de la vestimenta. Además, ellas son nuestras heroínas, ¿no es cierto? No deben quejarse. De modo que muchas veces se las arreglan y avanzan del modo que lo hacen los bomberos.
¿Cuál es su esperanza para el futuro?
En primer lugar, estoy muy contenta con este proyecto – finalmente les da a las mujeres en el cuerpo de bomberos un derecho a opinar y sentir que nos pueden manifestar sus preocupaciones en un cuestionario anónimo. Contamos con muchas bomberos mujeres apasionadas que se nos acercan y nos hacen saber que han estado enfrentando estos desafíos durante 30 ó 40 años, en algunos casos. Nuestro objetivo a largo plazo es tomar el sistema de talles que elaboramos a partir de este proyecto y crear un traje con ese sistema y llevarlo a condiciones de uso real. Queremos poder medir luego la comodidad, movilidad, y facilidad de movimiento asociados con ese traje, y crear productos que lleguen a las manos de las mujeres del cuerpo de bomberos para poder reducir así el riesgo de lesiones.
Entrevista realizada y editada por Angelo Verzoni