En general, el proceso comienza con las partes interesadas, incluidos los miembros del comité técnico de la NFPA, otros desarrolladores de normas, investigadores y miembros de la industria que acuden a la Fundación con una necesidad de investigación. Esto incluye temas que se consideran en debates sobre códigos y normas, problemas emergentes u otros desafíos relacionados con la seguridad humana. Con esa información, el personal de la Fundación identifica el objetivo de investigación específico que responderá a esta necesidad particular y los pasos para lograr ese objetivo. Luego, trabajamos para obtener los recursos necesarios para emprender el alcance del proyecto que se ha desarrollado. Esto podría incluir acercarse a los patrocinadores de la industria o escribir una propuesta para un programa de subvenciones.
Una vez que se aseguran los recursos, se elige un contratista del proyecto para llevar a cabo el proyecto de investigación. En el camino, la Fundación descansa en un panel asesor de proyectos de expertos en la materia, que brindan comentarios y se aseguran de que el proyecto responda a la pregunta que se propuso responder. La Fundación gestiona el proyecto hasta la finalización del informe final, que luego se publica en el sitio web de la Fundación y se pone a disposición del público.
Un ejemplo reciente de este proceso es una revisión de la literatura que se llevó a cabo sobre la eficacia de la señal de alarma audible para despertar a las personas. Un grupo de partes interesadas en la NFPA 72®, Código Nacional de Alarmas de Incendio y Señalización ser acerco a la Fundación con la necesidad de evaluar los datos sobre la efectividad para despertar a las personas; específicamente, querían determinar la posibilidad de reducir de manera aceptable la presión de sonido requerida para las sirenas, con una señal de tono armónico de baja frecuencia de 520 Hz, que aún proporcionaría una efectividad superior para despertar a las personas, en comparación con las sirenas de alta frecuencia. El requerimiento por una presión de sonido más baja podría reducir la potencia necesaria y hacer que esta tecnología pueda utilizarse en los sistemas de alarmas de humo de una sola estación. La Fundación se acercó a la industria de alarmas contra incendios para obtener los fondos necesarios. Una vez que se consiguió la financiación, se contrató a un contratista, en este caso, Jensen Hughes, para llevar a cabo el proyecto.
El informe resultante, "Eficacia para despertar a las personas de la señal de alarma audible (Audible Alarm Signal Waking Effectiveness)", publicado por la Fundación en 2020, indicó "evidencia clara de que los tonos armónicos de baja frecuencia pueden proporcionar una efectividad para despertar a las personas equivalente o superior que las alarmas de alta frecuencia tradicionales para poblaciones normales y en riesgo". Los autores encontraron que "una reducción en el nivel de presión de sonido requerido podría estar justificada para permitir el diseño de alarmas de humo de baja frecuencia que funcionen con baterías", e identificaron la principal brecha de investigación para determinar "la magnitud aceptable exacta para la reducción en el nivel de presión de sonido". El siguiente paso para las partes interesadas, según los autores, fue revisar los datos "y determinar si se podría justificar una reducción y en qué medida". Los hallazgos se están considerando a medida que se actualizan los códigos y normas actuales. —A.K.
AMANDA KIMBALL es directora ejecutiva de la Fundación de Investigación de Protección contra Incendios