Si bien los sistemas de rociadores son altamente confiables, el elemento humano puede tener un papel en comprometer el sistema. Cuando un sistema de rociadores automáticos es sometido a reparaciones o remodelaciones, por ejemplo, resulta con frecuencia necesario cerrar las válvulas que controlan el suministro de agua. Cuando se completa el trabajo en el sistema, se debe volver a abrir la válvula para que el sistema sea operativo en caso de un incendio. Lo que nos muestra el informe de NFPA es que esto no siempre ocurre, lo que representa un importante problema en muchos de los casos en los que el sistema de rociadores no logra controlar el incendio. NFPA 13 Norma para la Instalación de Sistemas de Rociadores, presenta varios requisitos que tienen como fin evitar este escenario a través de un método llamado supervisión.
La supervisión es un medio para monitorear el estado de un sistema de rociadores e indicar ciertas condiciones anormales que podrían alterar el sistema, tales como una válvula que está cerrada cuando debería estar abierta o que está abierta cuando debería estar cerrada. En el caso de válvulas supervisadas electrónicamente, el concepto principal es transmitir una señal hacia una ubicación constantemente atendida cuando se produce esta condición. Esto informa al personal adecuado tanto sobre la condición como la ubicación de modo que puedan tomarse las acciones correspondientes.
Existen muchas válvulas diferentes en un sistema de rociadores, pero no todas deben ser supervisadas. NFPA 13 exige que las válvulas que controlan el flujo de agua hacia cualquier parte del sistema de rociadores estén abiertas y sean supervisadas. Ya se exige que ciertas válvulas sean de tipo indicadoras, lo que significa que uno puede darse cuenta si la válvula está abierta o cerrada solo por mirarla. El problema con esto es que a veces estas válvulas están ubicadas en lugares que no están constantemente atendidos. Es por ello que NFPA 13 cuenta con requisitos para asegurarse de que las válvulas se mantengan abiertas y para que cuando se cierren alguien que sea responsable del sistema sepa que están cerradas.
En lugar de la supervisión electrónica, NFPA 13 permite también trabar, sellar y rotular las válvulas para evitar un cierre no autorizado. No obstante, estos métodos requieren de supervisión adicional. Por ejemplo, se requiere chequear los sellos cada semana a fin de asegurar que no se hayan roto, y se deben chequear las trabas mensualmente para asegurar que no hayan sido removidas. Son especialmente útiles los candados y las cadenas en aquellos lugares en los que las válvulas estén sujetas a alteraciones. Además, las válvulas deben ser trabadas de manera individual y la distribución de las llaves debe limitarse a aquellos directamente responsables del sistema.
Se dispone de un dispositivo de supervisión electrónica de la válvula para monitorear la posición de un componente. Estos dispositivos por lo general se denominarán interruptores de seguridad, ya que si alguien intenta alterar la válvula, el panel de control de la alarma de incendio recibirá la señal correspondiente.
A pesar de que NFPA 13 permite varios medios de supervisión de válvulas, un medio más sofisticado incluye el uso de lo que se conoce como dispositivo automático de supervisión del sistema de extinción. La instalación de este tipo de dispositivos está abordada en NFPA 72® Código Nacional de Alarmas de Incendio y Señalización. Como fue antes mencionado, el tipo más común de dispositivos utilizado aquí es un interruptor de seguridad monitoreado electrónicamente que hace sonar una alarma en una ubicación constantemente atendida. Otras condiciones que deben ser supervisadas incluyen la presión de aire en un sistema de tubería seca o sistema de acción previa y la temperatura del agua en un sistema de circulación de circuito cerrado, porque si alguno de estos falla se podrían formar bloques de hielo dentro de las tuberías, que podrían ya sea romper la tubería o bloquear el paso del agua hacia los rociadores.
Solo porque el dispositivo de supervisión indique que ciertos componentes están en la posición correcta eso no significa que su sistema se encuentre en perfectas condiciones operativas. Se requiere igualmente de un proceso frecuente de inspección, prueba y mantenimiento de conformidad con NFPA 25 Inspección, Prueba y Mantenimiento de Sistemas de Protección contra Incendios Basados en Agua, para asegurar que todos los componentes del sistema sigan funcionando según su fin. Y para reducir aún más las posibilidades de dejar involuntariamente cerradas las válvulas, NFPA 25 exige también la implementación de un sólido programa de fallas. Este incluye un foco específico para asegurar que todas las válvulas estén abiertas después de la reparación o actualización de cualquier sistema. Con la instalación correcta, incluyendo selección de la mejor opción para supervisar las válvulas y componentes críticos del sistema, junto con un programa continuo de inspección, prueba y mantenimiento, un sistema de rociadores automáticos reducirá en gran medida el riesgo de perder vidas y propiedades a causa de un incendio.
Brian O’Connor es ingeniero en protección contra incendios en NFPA. Los miembros de NFPA y las autoridades competentes pueden utilizar la pestaña de Preguntas Técnicas para publicar sus inquietudes sobre NFPA 13 en nfpa.org/13.